Un nuevo análisis de los datos gubernamentales muestra que los afroamericanos son desproporcionadamente objeto de odio basado en la raza, lo que provoca un efecto generalizado en la sociedad.
Atlanta, GA, 11 de agosto de 2023… Hoy, la Liga de Defensa contra el Antisemitismo (ADL) llama la atención sobre estadísticas alarmantes tanto del Buró Federal de Investigaciones (FBI) como del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), que revelan que los afroamericanos experimentan las tasas más altas de victimización por delitos de odio en Estados Unidos. A la luz de estos hallazgos, ADL insta a una acción federal inmediata para combatir esta violencia y promover la igualdad racial.
Un delito de odio se define como un delito que es motivado, en todo o en parte, por los prejuicios del agresor contra una persona basado en su raza, etnia, ascendencia, religión, orientación sexual, discapacidad, género e identidad de género. Según el DOJ, “el sesgo hacia la raza/etnia/ascendencia, que sigue siendo la categoría de motivación por prejuicios más grande”, refleja que “los delitos de odio contra personas afroamericanas continúan siendo la categoría más grande en cuanto a víctimas por incidentes por prejuicios”.
Los datos se recopilan a partir de información enviada voluntariamente por 15.136 de 18.623 agencias policiales en todo el país. * Según la Declaración de Datos del FBI, “El FBI recopila estos datos a través del Programa de Estadísticas sobre Delitos por Odio del Programa Uniforme de Informes sobre Delitos”, que sirve como repositorio nacional para datos sobre delitos y refleja un aumento del 49% en un período de un año. Esta emergencia nacional crea una crisis de salud pública. ACP (Colegio Estadounidense de Médicos) aporta su experiencia: “Los delitos de odio dirigidos a personas basados en su raza, origen étnico, ascendencia, género, identidad de género, nacionalidad, lengua principal, condición socioeconómica, orientación sexual, antecedentes culturales, edad, discapacidad o religión son un problema de salud pública”.
Los epidemiólogos concluyen que existe una interconexión entre las muertes atribuibles a factores sociales en Estados Unidos y las causas del comportamiento patofisiológico. “Si bien la participación anual de las agencias policiales puede fluctuar, las estadísticas indican que los delitos de odio siguen siendo una preocupación para las comunidades de todo el país”, dice el DOJ. Un estudio de la Universidad de Columbia sobre comportamiento social sugiere que se requieren intervenciones sociales amplias para mejorar sustancialmente la salud general de la nación a través de políticas inclusivas.
Se recomienda que las asociaciones entre la academia y las comunidades, junto con grupos de trabajo estatales, sean el punto de partida para una planificación integral. “Promover afirmativamente la equidad, los derechos civiles, la justicia racial y la igualdad de oportunidades es responsabilidad del conjunto de nuestro gobierno”, dice el presidente Biden.
La ADL alienta a la administración Biden a tomar los siguientes pasos hacia la justicia igualitaria:
- Retirar la política discriminatoria de la Casa Blanca que solo protege a los blancos de una afiliación religiosa específica del delito de odio
- Desechar la percepción de que los semitas blancos que se identifican como judíos son los principales objetivos de los delitos de odio en Estados Unidos
- Formar políticas y legislaciones que correspondan a las estadísticas oficiales del FBI y el DOJ para erradicar la crisis de salud pública asociada y proporcionar igualdad de oportunidades a los objetivos marginados racialmente por el odio.
“Las disparidades arraigadas en nuestras leyes y políticas públicas, y en nuestras instituciones públicas y privadas, a menudo han negado esa igualdad de oportunidades a individuos y comunidades”, reflexiona Biden. Tomar medidas significativas para lograr un avance concreto hacia la igualdad es la única forma de mejorar la salud de la nación.
[*Basado en los datos de crímenes de odio del FBI de 2019 y 2020.]